Fuente: Reuters

Recientemente, Sony Music Entertainment (SME) presentó una demanda en la corte federal de Manhattan contra Rhapsody International, la empresa matriz del servicio de streaming Napster, por un monto de $9.2 millones en derechos de licencia y regalías no pagadas. Además, la demanda incluye una reclamación por posibles daños de $36 millones debido a infracciones de derechos de autor. Según los alegatos de Sony, Napster ha incumplido con los pagos correspondientes durante más de un año mientras continuaba transmitiendo música de su catálogo.

La adquisición de Rhapsody International por la startup de Web3 Infinite Reality por $207 millones en marzo de 2025, generó una cláusula en los acuerdos de licencia entre Napster y Sony que permitió a esta última rescindir dichos contratos. Sin embargo, Sony optó por no hacerlo bajo la condición de que Rhapsody estableciera un plan de pagos en cuatro partes, con tres de las primeras cuotas debiendo pagarse en los dos meses siguientes a la adquisición.

A pesar del acuerdo, Sony afirma que Rhapsody no ha realizado ningún pago de su saldo pendiente ni de las tarifas de licencia adicionales desde la adquisición. En mayo de 2025, Sony envió una carta a Rhapsody notificando la violación del contrato y, en junio, se procedió a la terminación de los acuerdos de licencia con Napster. Sin embargo, la demanda sostiene que Napster ha continuado transmitiendo música del catálogo de Sony, lo que se considera una infracción deliberada de derechos de autor.

La demanda de Sony Music busca recuperar daños por un monto de hasta $150,000 por cada obra infringida, lo que podría ascender a un total de $36 millones en base a una lista de 240 canciones identificadas en la presentación judicial. Este caso es una continuación de las recientes controversias legales en torno a Napster, que ha enfrentado acusaciones de pagos tardíos de regalías por parte de varios distribuidores y sellos discográficos, así como demandas previas por parte de SoundExchange por regalías no pagadas.

Desde su fundación en 1999 como una plataforma de intercambio de archivos peer-to-peer, Napster ha enfrentado numerosos desafíos legales relacionados con los derechos de autor. A lo largo de los años, ha cambiado de propietarios y ha evolucionado hacia un servicio de streaming legal. La actual demanda de Sony subraya la complejidad y las tensiones persistentes en la intersección de la música, la tecnología y la propiedad intelectual en la era digital.