Fuente: BBC News

 

Científicos que estudian la energía de fusión en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de California anunciaron que habían superado un hito largamente esperado al reproducir la energía del sol en un laboratorio.

El resultado de tal experimento ha dado respuesta a la búsqueda de liberar una fuente de energía desprovista de la contaminación y los gases de efecto invernadero causados por la quema de combustibles fósiles y de los peligrosos residuos radiactivos de larga vida creados por las centrales nucleares actuales, que utilizan la división del uranio para producir energía.

Y es que, durante décadas, los investigadores han intentado recrear la fusión nuclear, replicando la energía que alimenta al sol, sin embargo, esta es la primera vez han producido con éxito una reacción de fusión nuclear que resulta en una ganancia neta de energía, en lugar de alcanzar el punto de equilibrio como lo han hecho los experimentos anteriores.

Es así que el exitoso experimento cumple el objetivo de ignición que se prometió cuando se inició la construcción de la Instalación Nacional de Ignición en 1997, pues cuando comenzó a funcionar en 2009, la instalación apenas generó fusión, una vergonzosa decepción tras una inversión de 3500 millones de dólares del gobierno federal.

Pese a este alentador escenario, los científicos aseguran que pasará mucho tiempo antes de que la fusión esté disponible a escala práctica y generalizada, si es que llega a estarlo, ya que necesitan descubrir cómo producir mucha más energía a partir de la fusión nuclear en una escala mucho mayor.

Al mismo tiempo, se requiere descubrir cómo reducir eventualmente el costo de la fusión nuclear para que pueda usarse comercialmente, además se necesitará recolectar la energía producida por la fusión y transferirla a la red eléctrica como electricidad. Pasarán años, y posiblemente décadas, antes de que la fusión pueda producir cantidades ilimitadas de energía limpia.

Sin embargo, este campo se ha abierto y todos los avances que tendrá serán de sumo beneficio no sólo para la humanidad sino para combatir los efectos del cambio climático que amenazan la vida como actualmente la conocemos. 

Razón por la cual, se puede afirmar que estamos ante una tecnología que podrá transformar el mundo, con consecuencias económicas, sociales y geopolíticas aún desconocidas, al margen de los desarrollos colaterales y los inesperados descubrimientos a los que puedan dar lugar las investigaciones pendientes, las cuáles abrirán nuevos desafíos en materia de propiedad intelectual y sobre todo, en el campo de las patentes.