Fuente:lawstreetmedia.com
Microsoft, GitHub y OpenAI se enfrentan a una demanda colectiva por derechos de autor debido al funcionamiento de Copilot, el programa basado en inteligencia artificial (IA) que sugiere código y funciones completas en tiempo real a los programadores que lo usan.
La demanda sostiene que Copilot infringe el derecho de paternidad en varias licencias de código abierto, incluidas las licencias MIT, GPL y Apache. Estas, según un documento publicado por los demandantes, requieren la atribución del autor y la definición de derechos de autor particulares.
Y es que según la opinión de expertos en la materia, los múltiples códigos disponibles públicamente están sujetos a la licencia GPL, que, si bien permite códigos derivados, estos deberían ofrecerse bajo las mismas condiciones. En el caso de Copilot está siendo utilizado para alimentar un programa comercial que puede generar código que se ofrezca con otros tipos de licencias.
Además, los demandantes aseguran que Copilot está infringiendo las propias condiciones de GitHub, la Ley de Privacidad del Consumidor de California y otras leyes que dan lugar a reclamos similares en diferentes partes del mundo.
Debido a este panorama, se han estimado daños por valor de 9.000 millones de dólares. La mencionada cifra fue calculada por los demandantes, quienes argumentan que cada vez que Copilot proporciona un producto ilegal, viola la Sección 1202 (de la DCMA) tres veces (distribuir los materiales con licencia sin atribución, aviso de derechos de autor ni términos de licencia). De este modo, si cada usuario recibe solo una salida (output) que viola la Sección 1202 a lo largo del tiempo que ha usado Copilot (hasta quince meses para los primeros en adoptar), entonces GitHub y OpenAI han violado la DMCA 3.600.000 veces. Como daños mínimos legales de 2.500 dólares por violación, eso se traduce en 9.000 millones”.
Sin duda lo anterior se ha convertido en un precedente, al ser el primer caso de demanda colectiva en los EE. UU. que desafía la capacitación y el rendimiento de los sistemas de IA. Sin embargo, aún faltan varios temas por regular en las normas que dictarán el juego de la IA en materia propiedad intelectual.