Fuente:https://www.reuters.com/legal/ai-generated-art-cannot-receive-copyrights-us-court-says-2023-08-21/

La jueza de distrito de Estados Unidos, Beryl Howell, ha dictaminado, que las obras plenamente creadas por inteligencia artificial (IA) no son elegibles para la protección de derechos de autor. Esta decisión se alinea con la visión de la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos y se produce en un momento en que existen preocupaciones sobre si la IA puede reemplazar a los creadores humanos en varios campos.

Lo anterior, fue una respuesta a la petición de Stephen Thaler, CEO de la empresa Imagination Engines especializada en el estudio y desarrollo de redes neuronales artificiales; quien en  2018, quisiera acreditar a su IA llamada ‘The Creativity Machine’, como la autora de una obra llamada A Recent Entrance to Paradise. Pese a todos los esfuerzos de Thaler, la Oficina de Derechos de Autor estadounidense denegó su propuesta, argumentando que “el nexo entre la mente humana y la expresión creativa es un elemento fundamental a la hora de exigir protección”.

En réplica, Thaler se autoproclamó propietario de los derechos de esta obra particular razonando que “la IA trabaja para él. Sin embargo, la jueza Howell dictaminó el pasado jueves, que la autoría humana es vital según la ley de derechos de autor; refiriendo precedentes que establecieron la protección legal para las ideas únicas de los autores humanos y enfatizando que la razón detrás de la legislación de derechos de autor es inspirar a las personas a crear.

Asimismo, Howell reconoció que “la humanidad está llegando a nuevas fronteras en cuanto a los derechos de autor, donde los artistas utilizarán la IA como una herramienta para crear nuevas obras”. También detalló que esto plantearía cuestiones desafiantes sobre cuánta contribución humana es necesaria para los derechos de autor de obras de arte creadas por IA, observando que los modelos de IA a menudo se entrenan en base a obras preexistentes.

Cabe resaltar que, la sentencia emitida por la jueza Howell, es la primera que establece un límite a la protección jurídica de las obras de arte generadas por IA, cuya popularidad se ha disparado con el auge de productos como ChatGPT de OpenAI Inc. y DALL-E, Midjourney y Stable Diffusion.

Por su parte, Stephen Thaler planea apelar la sentencia, su abogado aseveró a través de un comunicado: “Discrepamos respetuosamente con la interpretación de la Ley de Derechos de Autor por parte del tribunal”.

Como observamos, aún no existe certeza sobre cómo se desarrollarán las cosas con respecto a la ley de derechos de autor de EE. UU. y la IA, pero los casos judiciales se han acumulado. Por ejemplo, a principios de este año, Sarah Silverman y otros dos autores presentaron una demanda contra OpenAI y Meta, debido a las prácticas de recopilación de datos de sus modelos, mientras que otra demanda presentada por el programador y abogado Matthew Butterick alega que la recopilación de datos por parte de Microsoft, GitHub y OpenAI equivale a piratería de software.