En aras de proteger los derechos de autor de las difusoras, el portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI), Mark Adams declaró que está prohibido compartir videos en redes sociales de los Juegos Olímpicos de Tokio, tanto para el público en general como para los atletas.

Adams enfatizó que animan a la gente a que comparta fotos fijas de las actuaciones, pero el video pertenece obviamente a las emisoras titulares de los derechos.

Y es que en medio de la fiebre olímpica, la velocista jamaicana Elaine Thompson-Herah, doble medallista de oro, fue bloqueada brevemente en Instagram el pasado miércoles después de haber publicado videos de sus exitosas carreras de 100 y 200 metros para sus 310,000 seguidores, violando los derechos de retransmisión de los Juegos.

Ante dicha situación, un portavoz de Facebook dijo que, si bien el contenido de Instagram, propiedad de la compañía, fue eliminado, la suspensión se aplicó erróneamente.

Es importante resaltar que el COI recibirá más de 4,000 millones de dólares por los derechos de retransmisión durante este periodo, incluidos los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang 2018 y los de Tokio, y gran parte de este dinero se reinvierten en los juegos y en el apoyo a los atletas.

Tal es el caso de la cadena televisiva NBCUniversal, que ha pagado 7,650 millones de dólares para ampliar sus derechos de retransmisión de los Juegos Olímpicos en Estados Unidos hasta 2032.

El representante del COI explicó que el 90% de los ingresos de las difusoras que recibe el Comité se redistribuye. «Ese dinero llega al COI, y es nuestro deber proteger sus derechos y, por tanto, los ingresos que podemos redistribuir a los atletas y al deporte».

Ciertamente las redes sociales se han convertido cada vez más en un medio clave para que el público participe en los Juegos, y este año, los atletas han publicado TikToks virales entre bastidores, incluso saltando sobre sus polémicas camas de cartón para desmentir las afirmaciones de que las camas no eran lo suficientemente resistentes para soportar una actividad vigorosa y, por tanto, eran «antisexo».

Sin embargo, existen restricciones de derechos de autor y otros tipos sobre el contenido en línea que se puede publicar desde los Juegos Olímpicos.