Con información de: Law 360 

Más de 62 millones de dólares deberá pagar la empresa Avery Dennison, como consecuencia de violar una patente de inventor perteneciente a la compañia ADASA Inc. de Clarke McAllister, así lo dictaminó el jurado federal de Oregon.

Y es que, la empresa denunciante desde el año 2017 alegó infracción de la patente No.9,798,967 de EE.UU, la cual, cubre sistemas para RFID (por sus siglas en inglés), cuya función es ayudar a que un artículo sea rastreado electrónicamente a lo largo de una cadena de distribución.

Es importante señalar que, según la demanda, la patente mejoró los métodos anteriores que no aseguraban que el seguimiento de un producto fuera «único a nivel mundial sin requerir acceso en tiempo real a una base de datos central», entre otras mejoras.

En disputas anteriores, el jurado determinó que una línea de las etiquetas del líder mundial en tecnologías adhesivas infringe la Ley de Patentes, tanto de forma literal como bajo la doctrina de equivalentes, razón por la cual, deberá cubrir infracciones pasadas con base en una tasa de regalías. 

El juez federal Mustafa T. Kasubhai, fue el encargado de emitir la orden, en donde especificó que el fabricante multinacional adeuda un total de 62.407.801,50 dólares de los cuales 20 millones serán destinados para el pago de sanciones, 9,4 millones en daños que, estaban vinculados a «etiquetas infractoras adicionales» que Avery Dennison había descubierto después del veredicto del jurado en mayo.

Asimismo, la cifra también incluye intereses previos al juicio y costos gravados, además de honorarios de abogados.

Por su parte, Jonathan Suder, abogado de ADASA expresó mediante un comunicado que el sistema legal estadounidense, en ocasiones se pone a prueba lo cual requiere dedicación y perseverancia al Estado de derecho.

En este contexto, el representante legal dijo textualmente: «Nosotros, como abogados, nos vemos obligados a confiar y creer en el proceso y, cuando lo hacemos, el sistema funciona. El veredicto del Distrito de Oregón, así como el juicio final, muestran el respeto que debe existir para los inventores ya sean grandes o pequeños».