Fuente: El Informador

Con el objetivo de proteger la autenticidad de la primera Denominación de Origen mexicana, el Consejo Regulador del Tequila (CRT) ha implementado diversos mecanismos que refuerzan la vigilancia de toda la cadena productiva ─desde el origen de la materia prima y durante todo el proceso de elaboración de la bebida─ a través del Banco Isotópico del Tequila.

Y es que hasta el 2016, la autenticidad del tequila se establecía sólo a través de una inspección permanente realizada por el CRT en las empresas productoras, constatando al 100% el proceso de elaboración del producto.

Sin embargo, el organismo regulador decidió complementar esa inspección con métodos científicos, por lo que crearon el laboratorio de isotopía, el cual, hasta el día de hoy continúa trabajando en el desarrollo de la huella isotópica del tequila, la cual analiza a nivel atómico las características de la popular bebida destilada.

Cabe mencionar que la huella isotópica, cuenta con la posibilidad de caracterizar el origen y la edad del agave con el que fue elaborado el tequila, así como los tipos de procesos utilizados en la hidrólisis, extracción, fermentación, destilación y maduración de la bebida.

Asimismo, esta implementación tecnológica ayuda a respaldar científicamente la autenticidad del tequila elaborado por los fabricantes en México, al mismo tiempo que cuenta con información que permitirá detectar los casos de falsificación y/o adulteración de la bebida.

De este modo, la autenticidad del tequila podrá ser respaldada en mercados del mundo en congruencia con las tendencias regulatorias actuales que exigen la certificación de la autenticidad mediante estas técnicas analíticas de última generación.

Vale la pena señalar que estos tipos de análisis se utilizan en materia de autenticidad en bebidas como el whisky escocés, el champagne y los vinos con denominación de origen.