CNN
Walt Disney y Universal presentaron una demanda por derechos de autor contra Midjourney, un generador de imágenes de inteligencia artificial, en un tribunal federal de distrito en Los Ángeles. La demanda alega que Midjourney ha infringido los derechos de autor de ambos estudios al generar y distribuir «innumerables copias no autorizadas» de personajes emblemáticos, incluyendo a Darth Vader de «La guerra de las galaxias», Elsa de «Frozen» y los Minions de «Mi villano favorito». Los estudios describen a Midjourney como un «pozo sin fondo de plagio» que ha utilizado sus bibliotecas de contenido sin autorización.
En la demanda, Disney y Universal afirman que Midjourney ignoró sus solicitudes para cesar la infracción de sus obras protegidas por derechos de autor y para implementar medidas tecnológicas que impidieran la generación de imágenes con sus personajes. Asimismo, los estudios argumentan que, en lugar de cumplir con estas solicitudes, la empresa ha continuado lanzando nuevas versiones de su servicio que permiten la creación de imágenes infractoras de mayor calidad.
Por su parte, el CEO de Midjourney, David Holz, ha defendido su plataforma al compararla con un «motor de búsqueda» que recopila imágenes de internet, sugiriendo que su funcionamiento es similar al proceso creativo humano. Sin embargo, los estudios demandantes sostienen que la creación de imágenes a partir de su propiedad intelectual sin el debido consentimiento constituye una violación directa de sus derechos de autor.
Disney y Universal han indicado que Midjourney cuenta con aproximadamente 21 millones de suscriptores y obtuvo ingresos de 300 millones de dólares en el último año. Razón por la cual, en su demanda buscan compensaciones de hasta 150,000 dólares por cada obra infringida, así como una orden judicial que impida futuras infracciones. Además, la demanda incluye un anexo que detalla más de 150 obras que supuestamente han sido infringidas, lo que podría resultar en daños que superen los 20 millones de dólares.
Este litigio se suma a un contexto más amplio de crecientes demandas contra desarrolladores de plataformas de inteligencia artificial, como OpenAI y Anthropic, reflejando la preocupación de la industria del entretenimiento por el uso no autorizado de su contenido. La resolución de este caso podría tener implicaciones significativas para la regulación de la inteligencia artificial en la creación de contenido y la protección de los derechos en materia de propiedad intelectual.